Entre las diferentes técnicas que existen para personalizar diferentes productos y materiales textiles, hay dos que han ganado mucha popularidad por los buenos resultados que proporcionan.
Se trata de la sublimación y el transfer, pero muy a menudo, la gente no conoce la diferencia entre ambos procesos e incluso pueden pensar que es lo mismo. Esto los puede llevar a cometer errores al momento de solicitar un pedido personalizado o incluso al tratar de personalizar algo por su cuenta.
Por esta razón es necesario conocer la diferencia entre sublimación y transfer para que así puedas entender mejor cada una de estas técnicas y utilizar la apropiada.
Los estampados por sublimación o por transfer tienen sus propias características y procesos, al igual que también cada uno es más apto para una serie de materiales en específico. Y, ambas técnicas tienen procesos diferentes. Para esto, es importante conocer cómo se realiza cada una de ellas.
¿Qué es la sublimación?
La sublimación es una de las técnicas de estampado más populares actualmente. Es conocida también como termo fijación, y se lleva a cabo al imprimir la tinta en la tela mediante un proceso de calor.
Recibe el nombre de sublimación precisamente por el proceso que se lleva a cabo, ya que la tinta pasa de estado líquido a estado gaseoso por acción de la temperatura y queda fijada completamente en el material.
¿Qué se necesita para hacer este tipo de estampado?
- Tintas especiales de sublimación (polímeros sintéticos)
- Papel especial de sublimación
- Impresora adaptada o especial para imprimir la tinta de sublimación sobre el papel
- Material con una superficie apta para hacer la impresión sobre él.
Los materiales que por lo general son aptos para la sublimación son aquellos que tienen una superficie esmaltada o polimérica. Por ejemplo, una taza tiene una capa de pinta o de tinta polimérica sintética que es invisible pero al cual la tinta puede fijarse con eficiencia.
Entre todos estos materiales, sin duda alguna el más fundamental es la impresora de sublimación. Necesitas tener una que funcione óptimamente y que pueda dar un buen resultado.
Por eso, si no sabes cómo funciona una impresora de sublimación, se necesita una que sea de calidad para que transfiera efectivamente las tintas al papel.
Una vez que se haya impreso el diseño en el papel, el siguiente paso será ubicarlo en el producto o material y usar la plancha térmica para realizar el proceso de sublimación que tiene un tiempo determinado.
En ese momento, la tinta en el papel, que está en estado sólido, comienza a evaporarse y por medio de una reacción química, se transfiere al material. Como resultado, se tiene una impresión duradera, estable y de buena calidad.
¿Qué materiales puedes imprimir con la sublimación?
No todos los materiales son aptos para ser personalizados con la técnica de sublimación. Es importante que el material tenga una superficie que sea apta para las tintas utilizadas en esta técnica.
Esto significa que la mayor diferencia entre sublimación y transfer reside en los materiales que se pueden personalizar con cada una de estas técnicas.
Por lo general, los productos en los que se puede imprimir con sublimación son los siguientes:
- Gorras de otro material distinto al algodón
- Camisetas blancas de poliéster
- Tazas o mugs
- Rompecabezas
- Termos de metal
- Relojes
- Manillas
Existen una gran variedad de artículos que se pueden personalizar con la técnica de sublimación. Solo se necesitan los implementos adecuados para lograr un buen resultado.
Actualmente, uno de los artículos que más ha ganado popularidad son las tarjetas de PVC, porque pueden ser personalizadas con esta técnica también.
No obstante, primero se necesita seleccionar uno de los tipos de impresoras de tarjetas de PVC que pueda imprimir por sublimación y así se obtiene un resultado con una imagen de alta calidad.
¿Qué es la técnica transfer?
La técnica de transfer para hacer un estampado funciona de otra manera. Esa es la principal diferencia entre transfer y sublimación, ya que son métodos totalmente distintos.
En este caso, no se utiliza una tinta polimérica, sino que se utilizan tintas especiales pigmentadas. Los materiales que se utilizan para hacer este método son los siguientes:
- Tintas pigmentadas
- Papel Transfer
- Impresora
- Material a imprimir (textiles)
Una vez que el diseño está impreso, se ubica el papel transfer sobre el material textil y se aplica presión y temperatura con una plancha especial para este proceso. Una vez que ha transcurrido el tiempo determinado, dependiendo del papel transfer que se utilizó, el diseño quedará en la tela y como resultado será de alta calidad.
Es muy importante el material en este tipo de técnica, ya que preferiblemente se debe realizar sobre tela de algodón porque de lo contrario, en otro tipo de superficie, se eliminará con facilidad.
Principales diferencias entre sublimación y transfer
Una vez que se conoce el método de funcionamiento, es sencillo entender las principales diferencias entre ambas técnicas.
¿Cuál es la diferencia entre transfer y sublimación? De manera resumida, se tienen las siguientes diferencias:
- La sublimación se puede aplicar en diferentes tipos de materiales o productos, mientras que la técnica transfer es solo apta sobre materiales textiles de algodón
- Con la técnica de sublimación solo se pueden estampar camisetas de poliéster de color blanco, mientras que con la técnica transfer puedes hacer estampados sobre camisetas blancas, negras o de color
- Las tintas utilizadas en el proceso de sublimación son diferentes a las de la técnica transfer
- La impresora que se utiliza para la sublimación es diferente de la utilizada en el método de transfer
- Con la técnica de sublimación no puedes personalizar camisetas de algodón, mientras que con la técnica transfer si
- El papel transfer y el papel de sublimación son diferentes, y no se pueden utilizar de manera intercambiada. Es decir, no puedes hacer sublimación con papel transfer y viceversa.
Ambas técnicas de estampado suelen ser muy duraderas y resistentes, siempre y cuando se utilice una plancha apropiada para hacer la impresión sobre el material. Una plancha casera no es apta porque no tiene la misma temperatura y presión que una profesional.